Las Ofertas Públicas de Venta (OPV) tienen lugar cuando la participación accionarial de una empresa se ofrece al público en el mercado de valores. Esto, generalmente se lleva a cabo a través de una nueva emisión de acciones. Una empresa que planea una OPV seleccionará a los suscriptores para gestionar su riesgo financiero, y se realiza a través de una bolsa de valores en la que presentar sus nuevas acciones públicas. Cuando la empresa salga a bolsa, las acciones de los accionistas privados se valoran al mismo precio que las acciones públicas. Suelen tener un valor más alto y, por tanto, se beneficiarán de los rendimientos relativos que se esperaban.
En general, las empresas se registran para una próxima OPV tras alcanzar una capitalización bursátil de 1.000 millones de dólares, la misma capitalización que define a las empresas denominadas “unicornio". Sin embargo, siempre que la empresa pueda cumplir los requisitos de cotización de un mercado específico y demostrar su potencial de beneficios futuros, también puede optar a una OPV.
Como alternativa, un número cada vez mayor de empresas opta por utilizar una sociedad de adquisición con fines especiales (SPAC), ya que puede ofrecer un proceso algo más barato y rápido.
Consulte tambien nuestra Guía completa sobre las Ofertas Públicas de Venta (OPVs)