Los primeros registros de la creación de Bitcoin se remontan a octubre de 2008, cuando alguien que se hacía llamar Satoshi Nakamoto publicó en Internet un documento de nueve páginas titulado: "Bitcoin: A Peer-to-Peer Electronic Cash System". Se trata de una breve descripción del funcionamiento del sistema de pago alternativo: Bitcoin es un sistema de pago y una unidad de cuenta en uno.
Nakamoto quería que la gente pudiera utilizar un medio digital de valor que no dependiera de una entidad central en forma de banco o empresa de pagos. Debía ser un medio de pago transfronterizo al que pudiera acceder cualquier persona dispuesta a utilizarlo desde un smartphone, y su valor dependía de la relación entre la oferta y la demanda y no de la política monetaria de un banco central o de la intervención de los gobiernos. Esta aplicación práctica ha demostrado ser posible gracias al uso de la programación, la tecnología blockchain y la criptografía.
El Bitcoin se lanzó en 2009 y sigue funcionando en la actualidad. Para entender mejor su modelo de funcionamiento, conviene compararlo con el sistema bancario. Resulta que las soluciones utilizadas en el sistema de criptomonedas tienen sus paralelos en la banca. Hay al menos seis de estos paralelos.
Principalmente, el Bitcoin se utiliza ahora como una forma de inversión. Sus características son más parecidas a las de las materias primas que a las de las monedas tradicionales. Esto se debe a que no está directamente influenciado por ninguna economía y no se ve afectado en gran medida por los cambios de la política monetaria. Sin embargo, hay otros factores que pueden influir en los precios del Bitcoin y que deben ser tenidos en cuenta por los inversores.