Por lo general una posición, por ejemplo en una acción, tan solo se mantiene abierta unos días antes de cerrarse. Es la "oscilación” (en inglés “swing”) en el precio de la acción, de un momento a otro, lo que le da nombre al método de negociación.
La clave es vigilar de cerca las oscilaciones de precio de varios tipos de acciones, para poder entrar a un nivel apropiado para usted y salir poco tiempo después – de uno a cuatro días es lo habitual- con beneficio. Sin embargo, algunos traders pueden optar por mantener su posición abierta durante semanas, dependiendo de su estrategia. Elegir mantener la posición abierta supondrá para el trader tener que pagar un coste de mantenimiento, ya sea positivo o negativo, dependiendo de la dirección de su operación y del tipo de mantenimiento aplicable.
Esto difiere enormemente de otras estrategias como el trading direccional, a menudo empleado por inversores institucionales, entre otros, que mantienen sus activos durante muchos años. En general, estos inversores buscarán subidas y bajadas de los precios del activo, solo cerrando cuando el valor del mismo haya alcanzado una etapa avanzada o madura, con movimientos significativos.