Los CFD son un producto apalancado
El apalancamiento permite que el inversor obtenga una mayor exposición a los mercados depositando tan solo un porcentaje del valor total de la operación que quiere realizar. Esto significa que, aunque podría obtener un beneficio potencial si el mercado se mueve a su favor, también podría sufrir pérdidas significativas si la operación se mueve en su contra y no realiza una gestión del riesgo adecuada. Esto también se conoce comúnmente como trading con margen, o garantía.
Por ejemplo, si el inversor realiza una operación de CFD con un valor de 1.000€ y el porcentaje de garantía para el nivel aplicable es del 5%, tan solo necesita contar con el 5% del valor total de la posición, lo que se conoce como garantía de posición. En este caso, solamente necesita depositar 50€ para abrir la operación.
Sin embargo, si el precio del instrumento se mueve en su contra un 10%, perdería 100€, el doble del importe inicial en la operación con CFD. Esto se debe a que su exposición al mercado (o su riesgo) es el mismo que si hubiera comprado acciones físicas con un valor de 1.000€. Esto significa que cualquier movimiento en el mercado tendrá un efecto mayor en su capital que si hubiera comprado el mismo valor de acciones.
No obstante, las cuentas de clientes minoristas tienen la protección contra el saldo negativo, por lo que sus pérdidas se limitarán al saldo de los fondos en su cuenta. Para más información sobre cómo se calculan las garantías de los CFD, haga clic aquí.