La economía es un voto decisivo
Los políticos y los mercados saben que 2024 es año electoral en EEUU.
Desde 1856, año en que la NBER (National Bureau of Economic Research) comenzó a contabilizar las recesiones, han pasado 168 años y 42 ciclos electorales.
En 17 ocasiones, el año electoral ha coincidido en su totalidad o en parte con una recesión económica, y en el 87,5% de las ocasiones el partido que gobernaba perdió el poder.
En las 25 ocasiones que no se padeció una recesión económica en el año electoral, en el 73,1% de las ocasiones el partido en el gobierno se mantuvo en el poder.
Las estadísticas son claras, si la economía se encuentra en recesión es muy probable que el partido que gobierna las elecciones pierda el poder y, por el contrario, si la economía se encuentra en expansión, es muy probable que se renueve el mandato.
El ciclo electoral y el ciclo económico suelen ir de la mano
Con estas estadísticas, es normal que, el presidente y el partido en el poder, hagan todo lo posible para que la economía no entre en recesión. De esta manera, el Gobierno de turno se siente tentado a implementar una política fiscal expansiva (más gasto y/o menos impuestos) para mantener alta la actividad económica a medida que se aproximan las elecciones.
Los dispendios fiscales pasan factura con posterioridad y la resaca electoral pasa factura al año siguiente: 15 de las 34 recesiones que ha experimentado la economía de EEUU desde 1856, el 44,11%, han comenzado el año posterior a las elecciones.
Las bolsas no son inmunes al ciclo electoral. Desde el año 1928, la ganancia media en el año previo a las elecciones es del 13,5% y termina en positivo en el 78,3% de las ocasiones. En el año electoral, la ganancia media alcanza el 7,5% con un 75% de años acabando en positivo. Los dos años posteriores a las elecciones, son menos fiables y las rentabilidades son menores.
El coste de la deuda se ha disparado
El patrón electoral vuelve a cumplirse y el déficit aumenta en 2023, año preelectoral. El Gobierno de EEUU señala que el déficit fiscal puede subir un 23% hasta los 1,695B de USD a cierre de ejercicio, el mayor desde los años de COVID.
Sin embargo, el déficit ha aumentado por partidas poco habituales, el apoyo a Ucrania y el aumento récord del servicio de la deuda. Según el Tesoro de EEUU, el coste de la enorme deuda de EEUU (33B de USD) podría ascender a 879MM de USD en 2023 (un 22,5% más que en 2022).
Un pago de intereses disparado que está condicionando la acción del Gobierno. De hecho el año 2024 va a comenzar con una nueva cuenta atrás para subir nuevamente el techo de la deuda bajo amenaza de cierre de la administración (19 de enero).
Los años electorales con tipos de interés tan altos son el año 2000 y 2008
Los tipos de interés son demasiado elevados para gastar en exceso. A modo de curiosidad, en las dos últimas elecciones con una situación de tipos de interés similares a los actuales, ningún partido renovó el poder:
En el año 2000 hubo relevo, George H.W. Bush (republicano) por Bill Clinton (demócrata). La bolsa comenzó a bajar después de las elecciones, estalló la burbuja .com, y las pérdidas del S&P 500 superaron los dos dígitos a cierre del año electoral. La economía entró en recesión a los pocos meses, en marzo de 2001.
En el año 2008 también hubo relevo, esta vez en sentido contrario, Barack Obama (demócrata) por George W. Bush (republicano). Esta vez, la economía llevaba varios trimestres en recesión por la Crisis Financiera y el S&P 500 se estaba desplomando más de 50 puntos porcentuales antes de las elecciones.
Nasdaq 100 en variación porcentual (línea azul escala izquierda) y Tipo efectivo de la Reserva Federal (línea roja escala derecha)
Fuente: datos de la Reserva Federal y Nasdaq OMX Group, y extraído de la Federal Reserve Bank of St. Louis; https://fred.stlouisfed.org/series/A091RC1Q027SBEAa23/11/23
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